Alquilamos unas bicis en el hostel para pasear y recorrer todo el día por Kyoto. Arrancamos visitando templos. Primero el Rokuon-ji Temple (Golden Pavillon), un templo muy lindo bañado en oro. Después el Ryoanji Temple que se destaca por su particular jardín cuadrado de 15 piedras. Nos sentamos al igual que el resto de los visitantes a intentar interpretar la esencia de este jardín tal como te sugerían al ingreso del templo. Luego de un buen rato, unos canadienses que se encontraban al lado nuestro nos preguntan: “Did you get the message?”. A lo que respondimos con un sonriente “No and good luck” al mismo tiempo que nos levantábamos para continuar con nuestra recorrida a pedal. Atravesamos en bici el Myshonji Temple y luego de almorzar en el camino comida japonesa nos dirigimos al Niojo Castle, en donde te cobraban por estacionar las bicis. Obviamente que las dejamos encadenadas en la esquina!Ya comenzando el atardecer continuamos la bicicleteada por el Down Town y luego por Gion. Éste último barrio es famoso por ser el lugar en donde se encuentran las Geishas. Fue muy divertido el tratar de sacarles fotos, ya que éramos varios los turistas que estábamos al asecho para pescarlas en el momento en el que se iban a hacer compañía a algún ejecutivo adinerado. Ellas huían de las cámaras, ya que desde la película “Memorias de una Geisha” los curiosos que las agobian diariamente se multiplicaron. Las Geishas no son prostitutas, pero cobran alrededor de USD 3.000 al que quiera disfrutar de sus artes. Se estima que quedan sólo 300 Geishas en todo Japón.
Por la noche pintó truco en el hostel con los muchachos del GV.
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